Adolfo Barthe Aza

Alumno del Colegio Loyola (1946-1948).

Dermatólogo

A continuación colgamos una entrevista que le hizo la periodista Ana Salas con motivo de su jubilación.

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Homenaje en Oviedo

Elogio por Gracia Noriega

Sus más allegados le llaman Barthe, a secas, por su particular apellido de ascendencia francesa. Adolfo Barthe Aza es uno de los dermatólogos más prestigiosos de la ciudad, y un hombre con una gran presencia en la vida pública asturiana: ha sido concejal en la capital, diputado en la Junta General del Principado, miembro fundador de la Fundación Príncipe de Asturias y presidente de la antigua Caja de Ahorros de Asturias. Siempre ha compatibilizado sus cargos con la sanidad, bien en la función pública o en la privada. Dice que durante 40 años ha trabajado más de 14 horas al día, y se considera un hombre «con suerte en la vida». A los 77 años ha dejado la consulta de la calle Marqués de Teverga, en la que continúa su sobrino Luis Barthe.

-Acaba de jubilarse.

-Después de 50 años de ejercicio profesional, que inicié en Avilés. Primero trabajé en la seguridad social y después puse una consulta privada. Desde el primer día la he tenido llena, me ha ido muy bien. De Avilés vine a Oviedo, y aquí, igual.

-De eso hace ya 27 años.

--Sí, pero ya conocía Oviedo. Aquí estudié el bachillerato, en el Colegio Loyola. Los de Avilés fueron unos años muy fecundos, de allí es mi mujer y allí nacieron mis cinco hijos. Finalmente, vine a la ciudad donde realmente quería vivir: Oviedo. Comencé a trabajar en unos servicios en los que no iba casi nadie, y los dejé con un lleno completo.

-Así dejó ahora su clínica.

-El día 31 de diciembre de 2006, y me encuentro perfectamente bien.

-¿Le ha resultado una decisión difícil?

-No, llega un momento en que tienes que tomar una decisión, si cabe, un tanto drástica. Pero que si no lo haces, no lo dejas nunca. Dejé la consulta llena, siempre me fui actualizando, pero los años no pasan en balde para nadie.

-Se especializó en enfermedades venéreas. ¿Fue uno de los primeros en ver el sida?

-Venían con hepatitis. Eran personas con gran promiscuidad y gente muy joven. Me los mandaban para ver si tenían enfermedades venéreas. Así empecé a conectar con ellos. Pero de aquellos ya no queda prácticamente nadie.

-¿Tiene miedo a aburrirse ahora sin la consulta?

-No, hago muchas cosas. Me gusta mucho leer, escribir y tengo una finca con muchos árboles. Así evito tener que ir al gimnasio y descanso mentalmente. Estoy encantado, ahora hago las cosas sin agobio.

-También es patrono de la Fundación Príncipe de Asturias y miembro del jurado del premio de la Concordia. Cuando se lo concedieron a J. K. Rowling, se tachó a su equipo de oportunistas.

-Fuimos bastante criticados, pero creo que ha tenido la capacidad de decir al mundo que a los hijos se les puede educar de otra manera. Los principios de sus obras se basan en la verdad y los derechos Aunque no quiero decir que siempre hayamos tenido la razón, sí que nos aproximamos.

-Fue presidente de la comisión gestora de la Fundación Príncipe de Asturias y leyó su primer discurso.

-Fui presidente por mi condición de presidente de la Caja de Ahorros de Asturias, como se llamaba entonces, y fue allí donde se gestó la fundación. Fue un honor haber tenido el privilegio de que un periodista como Graciano García me viniese a ver y me trajese un documento explicando qué era. La Caja celebraba ese año el 100 aniversario de su fundación y, aprovechando la efeméride, lo propuse a la asamblea. Tuve una lucha tremenda, pero salió adelante. Mis grandes logros en la Caja fueron la Fundación y Cuadernos del Norte.

-La primera ha celebrado el 25 aniversario y tiene gran dimensión<./p>

-Y se incrementará. La idea es que vaya a más. El número de países que participan cada vez es mayor. La importancia de los premios estriba en que varios premiados fueron después galardonados con el Nobel. Nos hemos anticipado, y eso ha sido un logro tremendo. No descansamos. Los proyectos siguen en marcha. Ahora hemos entregado a Avilés el proyecto de Óscar Niemeyer.

-¿Por qué lo entregaron?

-No teníamos dinero para hacerlo.

-Pero la Fundación sigue vinculada a él.

-Habrá un cartel que ponga el nombre de la Fundación y alguna cosa de los premiados, pero nada más. Sí, libros, cruces, distinciones que los premiados hayan dado e interese conservar.

Sede

-¿El museo de los premios no estará allí?

-El museo de los premios, de momento, no se hace. Se hará el día que haya dinero suficiente.

-¿Dónde?

-Lógicamente debe estar en Oviedo. Pero el proyecto está parado.

-¿La sede se trasladará a Avilés?

-No, siempre será en Oviedo.

-Ahora es un pequeño piso.

-No podemos hacer una sede. Exige un sitio muy bueno, que tenga un salón de actos importante, una o dos habitaciones para el príncipe. Lo que tenemos está bien.

-¿Qué le pareció la polémica entre Oviedo y Avilés a raíz del edificio del arquitecto brasileño?

-Que ha empobrecido a la Fundación. No tenía razón de ser. Lo que me importa ahora es que Avilés haga bien las cosas. Aquella polémica ya se zanjó.

-Pero el alcalde de Avilés no ha venido a la copa de Navidad.

-Eso fue una tontería de Santiago Rodríguez Vega, es de mala educación. No me ha gustado.

-Roberto Sánchez Ramos dijo que la entrega de los premios se realizaría en el Palacio de Congresos.

-Lo dice él. Estamos muy contentos de que sea en el Campoamor, que es posible que se amplíe.

-¿Cree necesaria la ampliación para garantizar la continuidad de la entrega de los premios en el coliseo?

-Ningún miembro de la fundación ha pensado ir al otro sitio.

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